SANGRE BLANCA

31 ligas. 9 copas de Europa. 3 copas Intercontinentales. Premio FIFA al mejor Club del siglo XX.
¿El Barça es moda? El Real es leyenda.

                       

“Los domingos por la tarde, caminando a Chamartín, las mocitas madrileñas van alegres y risueñas porque juega su Madrid”.

Aunque este fin de semana el partido fuera el sábado, los domingos son días de futbol; días de visitar el Bernabéu.

Una vista panorámica desde lo más alto del estadio impresiona casi tanto como su silencio atronador. Aunque hoy solamente duerme, el estadio tiene vida propia. Son la energía, la pasión y la historia que transmite. Es el miedo escénico.

Hoy en día, una de las organizaciones españolas más globales ha convertido su estadio en uno de los pilares básicos de su estrategia de marca. Cuando se recorre, es fácil escuchar conversaciones en diferentes idiomas. La multiculturalidad siempre ha formado parte de la idiosincrasia del club.

Con más de 750.000 visitantes anuales, el tour del Bernabéu es uno de los museos más populares de la ciudad y un referente turístico de la capital.  No es difícil teniendo en cuenta que dentro alberga un tesoro, que ningún otro equipo puede poseer y que refleja extraordinariamente la historia del equipo de fútbol más dominador del siglo XX.

Y no todo es fútbol, también el Real es el mejor club de la historia del baloncesto FIBA, con 8 copas de Europa. Una pequeña muestra de la grandeza en este deporte es Fernando Martín, primer jugador español y segundo jugador europeo en ser seleccionado para jugar en la NBA. Su dorsal con el número diez, cuelga hoy retirado a modo de homenaje en lo más alto del pabellón.

Raul toreando al viento con la bandera de España, el 7 de Juanito, Zidane ejecutando una volea imposible que detiene el tiempo para ganar una copa. La Novena. La de Europa.

Rial, Kopa, Di Stefano, Puskas, Gento. Balones de oro. Bernabéu, don Santiago Bernabéu. Es imposible dejar de sentir emoción ni un solo instante.

Pisar el césped, sentarse en el palco, jugar a ser Mourinho por un dia (un tipo encantador, todo carisma)

Notar la tensión de sesenta segundos que rellenan un minuto interminable. El himno suena, la gente vibra, saltan los jugadores; se corta la emoción; se desata la locura. 

Sangre Blanca